jueves, 25 de noviembre de 2010

El Acantilado


Un día mientras caminaba a través de la selva un hombre se topo con un feroz tigre. Corrió pero pronto llego al borde de un acantilado. Desesperado por salvarse, bajo por una parra y quedo colgando sobre un fatal precipicio. Mientras él estaba ahí colgado, dos ratones aparecieron por un agujero en el acantilado y empezaron a roer la parra. De pronto, vio un racimo de frutillas en la parra. Las arrancó y se las llevó a la boca. ¡Estaban increíblemente deliciosas!

Cuento de ZEN

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Caleidoscopio Social




Seguramente hay tantas versiones sobre un mismo hecho como personas a las que les pidamos que nos relaten el mismo. Entonces ¿Cuál es la verdad? ¿Qué es lo sustancial de un acontecimiento? Por ejemplo, las noticias recogen en gran medida lo que siente el periodista que describe el hecho noticioso, lo cual es legítimo y propio de su trabajo, pero si queremos tener un criterio propio o una versión imparcial, esto nos complica al no haber estado presente uno en el sitio y, por lo tanto, tener que depender de lo que digan otros. Por su parte, la historia escrita recoge en gran medida las perspectivas o afinidades del historiador que narra los sucesos, los hechos desde su perspectiva, desde su experiencia. En el mismo sentido, un país que gana una guerra no solo gana la misma, sino que también obtiene que su versión de los hechos sea la que prime para ser contada a las generaciones venideras. También en un juicio sucede algo similar, prevalece la versión de la parte ganadora, esta vez respaldada por la sentencia del juez. La verdad de un suceso, por lo tanto, parece ser interpretable.

martes, 31 de agosto de 2010

Sobredosis


¿Morir por sobredosis es considerado un suicidio?

miércoles, 28 de julio de 2010

Esa idea de castigo


Esa idea de castigo,
De sombras en mi cabeza.
Pactos de comunicación,
Con un toque de indiferencia.

Puedes encontrarte quieta,
Y llover silenciosa.
Cada fruto lleva dentro
Esencias peligrosas.

Tengo rabia contenida
En el infinito espacio de la imaginación,
Que la memoria registra
En los documentos del alma.

Puedes encontrarte quieta,
Y llover silenciosa.
Cada fruto lleva dentro
Esencias peligrosas.

Rabia de las sombras, las luces
Y las estrellas que se gastan,
De la comida amarga,
Y las balas en la muralla.

Puedes encontrarte quieta,
Y llover silenciosa.
Cada fruto lleva dentro
Esencias peligrosas.


Un toque de queda,
¡Un poeta muerto con su lápiz desangrado!:
Cupido cambió su arco…
Por una pistola.

Puedes encontrarte quieta,
Y llover silenciosa, ¡pero has algo!
Que ya bajan por la calle,
Con cuchillos en la boca.

Estaban todos,
Ocultos en la oscuridad.
Mirando y murmurando por un cuerpo amparado solo…
Por la tenue luz de un escupo solar.

Puedes encontrarte quieta,
Y llover silenciosa.
Cada fruto lleva dentro
Esencias peligrosas.

Hemos llegado al fondo de esta grieta,
Donde nos espera la miseria del mundo adulto.
Pero aún persiste un eco que rebota
En paredes invisibles e insensibles:
De juegos y caprichos infantiles…
Que nunca quisieron escapar…

sábado, 24 de julio de 2010

...Objeción Ad Hoc...: EL MOMENTO

...Objeción Ad Hoc...: EL MOMENTO

EL MOMENTO

EL MOMENTO


Ese día me sentí particularmente solo, casi no pronuncié palabra alguna, solo me limite a tomar apuntes en clases. Las mañanas de día lunes no suelen ser fáciles para mí, pues luego de haber pasado el fin de semana tranquilo, vuelvo a ver nuevamente el alboroto que arma la gente reunida en masas: ruido, suciedad, gritos, etc. En fin, quise volver luego a casa. Una hora, y a veces más, tardo en llegar de la universidad a casa en el transporte público (otra de las razones por las que odio la universidad), en auto no es mucha la diferencia de tiempo, pero al menos voy cómodo. Subí al metro, no quise luchar por un asiento, es inútil, pues siempre hay alguien que lo necesita más que uno. Por ello me dirigí a la parte en que se unen los vagones, con aquel suelo de lata articulado para que el tren pueda doblar. Ahí me senté, dispuesto a pasar media hora escuchando música. Posteriormente otras personas se sentaron cerca, de similar manera a la mía.

No recuerdo en que estación subió aquella chica, solo me percaté de ella cuando se sentó en frente, también iba escuchando música. Saco un pequeño cuaderno y un lápiz de un bonito morral que llevaba, y comenzó a escribir algo. Yo iba sumido en mis propios pensamientos, con los ojos casi todo el tiempo cerrados, tratando de estar ausente. Sumido en mis habituales pensamientos negativos de día lunes antes de almuerzo, recordando momentos del verano pasado y sufriendo con una que otra canción cargada de nostalgia. Quejándome de esta y aquellas otras tantas veces que me he sentido tan solo no obstante estar rodeado de gente, de rabia y amor reprimido, injusticias y otras emociones que he dejado mermar en mi mente sin permitirles ni un solo escape, ni una sola gota. Sin embargo ahí están alojadas aquellas emociones, como aguardando algo, no se que, supongo que algo o a alguien que las sacie.

Derrepente el tren se detuvo, abrí los ojos y vi que la chica se ponía de pie para bajarse. Con su brusco movimiento se deslizo desde su morral el lápiz con el que escribía y fue a dar cerca de mí. Dude un momento en levantarme para recogerlo y entregárselo, pues como andaba bajoneado pensaba mucho antes de hacer las cosas. Me decidí y fui a recoger el lápiz antes de que la chica se alejara mucho, pero las puertas se cerraron precipitadamente. El tren comenzó nuevamente su lenta marcha, y yo me arrepentí de no haberme levantado antes. En cosa de segundos el tren frenó abruptamente, causando que varias personas perdieran el equilibrio. Se oyeron un par de gritos, las puertas se abrieron y ordenaron por alto parlante a los pasajeros que descendieran de la estación. Salí sin entender aún que sucedía, todos estaban desconcertados. Casi al final del andén un par de guardias luchaba por mantener alejados a unos curiosos. Me acerque junto a unos desconocidos, me abrí paso a empujones entre la gente y quede paralizado al mirar el riel… vi el morral de la chica junto a un charco de sangre.... se había suicidado y yo aún tenía su lápiz en la mano.

miércoles, 21 de julio de 2010

Hace 2 mil millones de dólares atrás




Hay muchas diferencias entre ayer y hoy: ayer había más petróleo, ayer la Tierra estaba menos contaminada, ayer habían menos autos, ayer la gente creía más en Dios, ayer habían más ballenas, ayer no murió tanta gente como hoy, ayer el sol hacía menos daño, ayer se podían ver más estrellas, ayer nos quedaba un día más de vida, hoy tal vez sea el último, ayer había más agua dulce, más cobre, ayer muchos seguían siendo niños, había una mujer menos asesinada; ayer tenía esperanzas en el mañana, hoy tengo esperanzas en que volverá a haber un día como ayer…